Más allá de la propia nariz

Muchos de nosotros nos hemos llenado la boca alguna vez alegando en favor del derecho a la accesibilidad. Lo cierto es que solo quien tiene una dificultad motriz y quien debe desplazarse en silla de ruedas sabe lo angustioso que puede resultar un trayecto "básico" por la ciudad, abordar medios de transporte y hasta realizar tareas normales y necesarias como es el hecho de querer educarse en la universidad.

El año pasado reformaron la escalera de acceso al Pabellón 3 de Ciudad Universitaria (en la UBA). La obra duró un buen tiempo. Varios pensamos: -¡Todo sea para que "al fin" se coloquen las benditas rampas para sillas de ruedas!-. Pero hete aquí que no... La escalera se ensanchó pero "a nadie se le ocurrió" que podían hacerse las rampas. Cabe aclarar, para quienes no son de esta ciudad, que es en ese pabellón donde se imparte la carrera de Arquitectura, vaya contradicción más flagrante.


Pues hace algunos días la Asociación sin fines de lucro Acceso Ya! realizó una curiosa actividad titulada RALLYDAD 2010. La propuesta invitaba a realizar una carrera (un rally...) en sillas de ruedas -casualmente por Ciudad Universitaria- para concientizar respecto a las dificultades que deben atravesar las personas con movilidad reducida para interactuar en un espacio tan masivo como debería serlo una universidad pública. Acceso Ya! pide además por la instauración del 15 de marzo como el Día Nacional de la Accesibilidad, que vendría a ser nada más... que se reconozca el derecho de todas las personas a contar con un entorno libre de barreras ¿Podremos intentar ponernos por una vez en ese lugar?