Dedico este post a mi colega y amigo Rodrigo Broner que me pasó este dato hace un buen tiempo... y recién ahora lo puedo levantar para el blog.
La afición por la polaroid va más allá del mero "caprichismo" retro que parece sentenciar que todo lo que no fue concebido en otra década sencillamente carece de valor "de culto". Digo que excede a esta situación superficial porque entiendo que detrás de la aparición de las primeras fotografías instantáneas (1947) se plantó todo un cambio de paradigma respecto a la inmediatez en fotografía; que abonaría el terreno para la postrera aparición de la foto digital -paradójicamente, némesis de Polaroid desde 2008-. Pero no solo eso: la polaroid permitió que se abaratara y popularizara el acto de fotografiar y fotografiarse; que dejó de ser cosa de entendidos para volverse una presencia hogareña, de intimidad absoluta (ninguna otra persona intervenía ya en el revelado e impresión) y hasta un novedoso instrumento de arte como lo testimonia la amplia empatía de los artistas contemporáneos desde Andy Warhol a Lady Gaga.
Ahora, desde 2008, la consigna para muchos cyber-militantes es salvar a las películas polaroid de su desaparición y para eso el desafío es crear el banco de imágenes polaroid más grande del mundo y así llamar la atención sobre la magnitud de su popularidad. ¿Se conseguirá? Visiten el site y comprueben la capacidad expresiva del material en trabajos como NYCPP de Andrew Faris.
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