Y vuelvo sobre el tema del packaging lácteo porque, leyendo en el blog del Prof. Sylvain Allard (de Canadá) me llamó la atención la crítica coincidente con mi post anterior respecto al bajo nivel de innovación de los envases, en este caso, que se producen en la ciudad de Montreal (otra capital mundial del diseño al igual que Buenos Aires).
Por otra parte el colega canadiense pondera el interesante trabajo desarrollado por Fontos Graphic Design Studio, un estudio de Hungría, para la empresa Jásztej. No hay una memoria descriptiva en el site del estudio y estaría muy bueno poder conocer algunos detalles que se me escapan. De cualquier modo hay decisiones que son evidentes como la apuesta fuerte por el plano de color en una paleta codificada según el contenido de grasas, de tonos fríos a cálidos (de menos a más respectivamente); rigurosidad tipográfica, orden en la composición y en los niveles de lectura; utilización del número -indicando el contenido graso- casi como un elemento marcario (si bien el isologo está en otra de las caras). Hay otros detalles exquisitos como las ventanas que actúan como medidor del contenido que resta en el cartón... en fin; los dejo disfrutar de este trabajo.
Visto en Packaging | UQAM.
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