Hay un partido gráfico muy simple en la propuesta de la colega madrileña Nuria Herrero, para la bodega Herederos de López-Montero; Ella decide jugar con la imprevisibilidad y dejar "desnuda" el área de la botella donde habitualmente se ubica la etiqueta. La cápsula del envase hace lo propio limitando la cantidad de elementos a dos letras y tres pequeños cuadrados de color. Los invito a apreciar todo el trabajo.
Visto en Packaging World.
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