En mis trabajos hay un poco de todo: tragedia, drama, comedia y algo de mala leche [...] (fuente: el país)
Leí de él hace un tiempo en el diario El País. Es escultor, madrileño y tiene 33 años. Su trabajo recrea de modo hiperrealista pero con un sentido irónico a las figuras del acontecer mundial. No quedan exentos presidentes, líderes políticos, ni religiosos y, a pesar de algunas críticas despiadadas, al autor no parece temblarle pulso cuando hay que meterse con Bin Laden, George W. Bush, Fidel Castro, o el Dalai Lama (por ejemplo). Quienes se resistan a caer en la superficialidad encontrarán que en la concepción de cada escultura hay una operación retórica precisa que actúa resignificando al personaje en alguno de sus aspectos salientes. Los invito a conocer su trabajo.
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