Diseñador y tipógrafo suizo -del pequeño poblado de Willisau- pero, ante todas las cosas, fanático del jazz. La misma pasión lo llevó a invitar en los 60´s a un grupo de músicos a dar un concierto en su pueblo. Sin saberlo Troxler había sentado las bases de un tradicional encuentro para los cultores del género: El Festival de Jazz de Willisau (actualmente en su 37va. edición). Paralelamente su fama como afichista de jazz se incrementó y su producción se volvió prolífica. Hoy, en su site, podemos disfrutar de buena parte de este aspecto de su trabajo.
Visto en Kerlames, vía Design Observer.
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