El problema con las modelos es que "modelan"; no me refiero al acto de posar frente a una cámara o desfilar en una pasarela... hablo de instaurar cánones de belleza, de elegancia y -últimamente- formas de vida, que son acordes a personas que lucen así.
Cuando hace más de dos años publiqué en El Burlador un post sobre una publicidad contra la anorexia -por Oliverio Toscani- se generó un interesante debate en este blog. Alguien sostenía que aquella publicidad era nociva porque las personas anoréxicas o bulímicas iban a ver, en esa chica "patológicamente" delgada, un ideal de belleza. A mi me costaba creer que alguien, en su obsesión por la delgadez, pudiera ver como "normal" un cuerpo como el de Isabelle Caro; Ahora... -volviendo a la actualidad- la firma que produjo esta publicidad, comentada en forma burlona por Boingboing y Photoshop Disasters, no es una empresa unipersonal... debe tener un estudio serio atrás; y estoy seguro que tres o más personas vieron y aprobaron la fotografía donde le deformaron (con Photoshop) el cuerpo a Filippa Hamilton, para deformárselo en la realidad a muchas otras jóvenes alrededor del mundo. La nota completa en La Nación.
Gracias, Marcelo (¡!).
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