Hablamos de innovación en packaging hace poco. El trabajo que voy a referir hoy presenta como característica saliente el empleo de la fotografía -casi- como único recurso dentro de la etiqueta (digo "casi" porque aparece el nombre Matsu, en letras, abajo a la derecha). Los tres vinos de la línea están presentados a través de una metáfora con tres personajes: El Pícaro, El Recio y El Viejo. Cada uno, desde ya, refleja las características de un tipo de vino según su tiempo de crianza. El encargo fue resuelto por el estudio Moruba, de España para Denominación de Origen Toro (D. O. Toro). La fotografía corrió por cuenta de Bèla Adler y Salvador Fresneda.
Visto en Packaging World.
3 comentarios:
Más que interesante!
Se supone que el viejo es el de mas caracter, pero viendolo desde la etiqueta ya pinta que el sabor... mmm
Ta buena la idea, pero me parece que no se alinea con la intencion de lo que puede ofrecer el añejamiento. A no ser que lo que empujen es vender vinos jovenes.
Sí... Julio ¿Vos sabés que yo pensé lo mismo?
Incluso la adjetivación "viejo" no sé si termina de dar cuenta de la complejidad de sabor y textura de un vino añejado. De cualquier modo la idea general, como decís, está buena.
Gracias por el comentario. Un saludo.
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