Lo interesante del buen diseño es que casi no necesita explicación. Un claro ejemplo es este diseño de portada de libro, de Elizabeth Perez. Todos recordarán algo de la gran obra de Ray Bradbury llamada Fahrenheit 451; en ella se plantea un futuro distópico donde el Estado promueve la quema obligatoria de libros. Para anclar en ese argumento la diseñadora hizo dos operaciones. La primera: el número "1" del "451" del título es un fósforo (o cerillo) real, que además puede sacarse de la tapa merced a un dispositivo. Y, dos: en el lomo del libro hizo colocar verdadero papel de raspado como el que se encuentra en los laterales de las cajas de fósforos; es decir que serviría para encender el fósforo de la tapa. Una curiosidad: este año Fahrenheit 451 cumple 60 años; se empezó a publicar por capítulos en la revista Playboy.
Visto den Notcot.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario