El tipo firma sus intervenciones urbanas como the decapitator y sinceramente tiene un estilo y una técnica que hace honor a su nombre. Se desenvuelve por las calles de Buenos Aires, cortando, pegando e ilustrando sobre los afiches de vía pública. Trabaja sobre la provocación, el asco, el humor negro; y atrapa desprevenidos a los transeúntes que, acostumbrados a ver siempre los mismos carteles, ven la ruptura como un nuevo "golpe en la cara" (tal la famosa definición sobre el efecto del afiche)
No se sabe más sobre su misteriosa identidad (tampoco hace falta...) Me basta con poder compartir la alta calidad de sus intervenciones; a ver qué les parece.
Visto en QBN.
3 comentarios:
Wow, es pura creación acéfala. Qué interención interesante... El rostro, como diría el amigo Giorgio, es por excelencia el lugar de expresión así que una intervención que arranca la cabeza (y, por ende, el rostro) no sólo nos genera asco y rechazo (por la sangre y la decapitación), es un ente sin expresión o al que la expresión le fue arrebatada: deliberadamente y de cuajo. Divino. Saludos!
Gracias, Matías...
Buena reflexión. Me alegro que te guste... Un abrazo. :-)
bs as?
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