El origen de estas etiquetas tiene que ver con la aparición de un misterioso cuaderno de borradores de autor desconocido. Allá por 1957 en Inglaterra nuestro personaje decidió empezar a reproducir a mano las etiquetas de quesos caseros que se comercializaban en ese momento. Interesante por dónde se la mire, esta valiosa documentación nos cuenta bastante sobre el imaginario de lo campestre, la calidad puesta en el origen nacional, etc.
No es la primera vez que El Burlador se ocupa del género. A los que quieran seguir profundizando los invito a darse una vuelta por Quesos, Etiquetas de queso camembert y Etiquetas de queso de Polonia.
Visto en Doobybrain.
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