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Una idea simple, muy bien desarrollada por el estudio ruso Wunderbar. El concepto -muy apoyado en lo masculino- propone una metáfora del acto sexual como una batalla. En ese sentido los condones o preservativos BANG, serían el armamento. Morfológicamente impecable, los diseñadores utilizaron cada blíster para aplicar lo que es el elemento marcario más importante: la silueta de una bala de grueso calibre. Se aprovechó con igual inteligencia la situación de tira para que simularan una ristra de cartuchos y la morfología de prisma rectangular vertical para que remitiera al cargador de un arma de guerra. Gráficamente el packaging es despojado; la única aplicación de color sobre el negro predominante lo marca la silueta del cartucho, que utiliza tonos hipersaturados de cyan, magenta y amarillo. El otro elemento que destaca con fuerza es, justamente, el isologo de BANG, que cala en blanco sobre el negro. El aviso publicitario también es muy interesante. Vean.
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Visto en Lovely Package.
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