Hace algunos días comentábamos con algunos colegas de la UDGBA sobre el cambio que está llevando adelante el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, pintando todos los objetos del mobiliario urbano de color gris "grafito". La ley fue presentada por la legisladora Gabriela Seijo y aprobada en junio de 2013.
El blog D-Lab, del DG Sergio Braguinsky Carrera "elsebra" (amigo de la casa), se explaya sobre el tema y pone el acento sobre la falta de antecedentes y fundamentos respecto a un tema que nos compete como diseñadores gráficos: el uso señalético del color. Las razones que se esgrimieron sustentando el proyecto tienen que ver con una reducción de la polución visual, a la que el amarillo y negro contribuirían a acrecentar. No obstante me gustaría encontrar más argumentos que den garantías de que la "invisibilidad" del soporte, en el caso concreto del semáforo por ejemplo, no favorezca los accidentes.
Googleando un poco encontré objeciones a medidas de índole similar, en países como México y Venezuela. No tengo elementos para decir que la medida adoptada acá sea desacertada, simplemente es que -como diseñador gráfico y vecino de la ciudad- me hubiera gustado algún tipo de explicación sólida.
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