Hace algunos días me impactó
la noticia (vista en la Revista Ñ) de que
los estudios Abbey Road, propiedad del sello EMI, iban a ser vendidos para saldar una deuda de la compañía. Más allá de ser un pedazo de la historia de la música:
allí grabaron el 90 % de sus temas The Beatles, y bandas de la importancia de
Pink Floyd o
Dire Straits, el valor de marca de
Abbey Road, considero es un activo de incalculable valor.
Cuando el
8 de agosto de 1969 Los Beatles, luego de mucha discusión decidieron que su último álbum iba a llevar el nombre de la calle del estudio de grabación, hicieron mucho más que eso: generaron, además de un hecho musical fundamental,
una de las tapas más parodiadas de la historia del diseño de portadas.
Vean.
La famosa fotografía -todos saben- fue obra de
Ian McMillan, quien sacó varias tomas ese día,
algunas pueden verse en el blog de curiosidades de los Beatles de Clarín.