Los casos de productos
anti-marketing son de especial interés para este blog. Además -¿por qué negarlo?- en el análisis de los alfajores Capitán del Espacio se juegan (en mi caso) auténticos valores afectivos y de lealtad de marca como creo no me ocurre con ningún otro producto alimenticio. Es que, justamente, buena parte de sus supuestas "debilidades" bajo la óptica del marketing moderno, son sus fortalezas más preciadas: precio constante, calidad constante, no-innovación en packaging, no-expansión de línea... De remarcar todo esto y mucho más se han ocupado recientemente dos medios como
Minutouno.com e
INFOBRAND. Vale la pena leer ambas notas, ni que hablar de los comentarios :)
Respecto a si se trata o no de un producto "de culto", pues habría que definir muy sucintamente cuando algo se convierte en un objeto de estas características. Supongo que la permanencia en el tiempo, la no-masividad, y la dificultad de adquisición, juegan un rol fundamental. El traspaso "iniciático" o boca-a-boca (algunos le dirán
relationship marketing), sumado al gusto de los consumidores por lo "retro" son otros de sus puntos fuertes... Desde el subjetivo lugar de un consumidor puedo decir que guardan el valor de lo artesanal, la consistencia de la masa, tierna, esponjosa... el azúcar del alfajor de dulce de leche no está fijado, parece más bien recién espolvoreado... en fin que ahora salgo a la calle y voy a pasar por el quiosco de San Martín y Lavalle, que sé que los venden. Pero no lo anden divulgando por ahí... ¿eh? :)