Kodomo no nomimono es un producto no alcohólico, de gran popularidad entre los pequeños japoneses. La clave está a la vista: un jarabe con gusto a manzana pero que reproduce a la perfección -en envase, color y hasta en la espuma- a la cerveza. La empresa Sangaria además ha desarrollado sucedáneos del vino y del champagne, con similar resultado.
¿Qué situación más analizable, verdad? Veamos: Adopción de pautas de consumo de una cultura por otra; Descontextualización de esas pautas (juego de niños). Por otro lado: Implicancia del acto de imitación dentro de la cultura japonesa. Y por otro: ¿Es o no una propuesta rayana con la apología del alcohol? Mas información en laflecha.net.
Visto en A Best Truth.
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