Hay veces en que sencillamente dan ganas de transcribir íntegra una nota -tan bien escrita está- para referirse a un tema. Me ocurrió hace un par de semanas con este gran artículo, de Esteban Peicovich, publicado por el matutino La Nación.
Una foto que no muere cuenta la historia trágica que rodea a la historia trágica. La del fotógrafo ganador del Pulitzer en 1994, Kevin Carter. Invito fervientemente a que la lean.
Murió la niña. Murió el buitre. Murió el fotógrafo. Quedamos vivos la foto y nosotros. Mirándonos. Sin que nada cambie. (Fuente: La Nación)
Gracias, Marcelo (¡!).
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