Fotografiar atardeceres es como comer dulce de leche del tarro, al principio está bien. Y lo dice alguien "débil" a ambas cosas... hasta el empalagamiento :-) En ese sentido me reconfortó encontrar el trabajo de este fotógrafo norteamericano -fanático del buceo- que firma DeadDogsEye. Fue como pararme sobre mi propio límite, en cuanto a la repetición de clichés (tales como el reflejo en el agua) y a la híper-saturación de los colores. Entiéndanme: la virtud de JJC3 es caminar siempre sobre esa línea delgada y no caer en el “afiche de sala de espera”. Ahora hagan el intento: vean largamente una foto; luego vean seis seguidas… ¿Un vaso de agua? :-)
Visto en Veerle.
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