El húngaro Kiss Miklos diseña -casi- con prescindencia del color. Tiene una sensibilidad tipográfica notable. Eso queda demostrado con la resolución de la etiqueta para la edición especial de Márton, donde mezcla lo orgánico (como el racimo de uvas) y lo clásico (la caligrafía). Vean.
Visto en The dieline.
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