Dos reflexiones muy interesantes (como siempre) las que comparte
Ramiro Espinoza, desde
This is not a Weblog. La primera surge del post
El diseño gráfico como "profesión", donde se plantea si la carrera de diseño gráfico no debería intentar formar algo más que simples profesionales.
Responsabilidad y diseño gráfico (la segunda) tiene mucho que ver con el post anterior y con un tema que apareció bastante durante todo el mes pasado en
El Burlador, la dictadura militar en Argentina y el golpe de 1976.
Me quedé con esto último y recordé que hace algunas semanas la colega
Helsic, de Colombia, me invitó gentilmente a completar una encuesta sobre blogs de diseño. En una de las preguntas, no recuerdo cual... se me preguntaba sobre las ventajas que el blog ofrecía para el diseñador, y yo hablaba sobre un espacio de reflexión, la casi "obligación" de analizar críticamente los procesos que nos involucran, y sobre la capacidad del diseño como transformador de la realidad.
Este punto que para mi está muy claro, evidentemente no ha de ser así para todos. Hay quienes creen que los diseñadores deberíamos aspirar a convertirnos en perfectos operadores pasivos de la comunicación. Esto es: no agregar nada de nuestra subjetividad a la resolución, sino simplemente "traducir" gráficamente lo que el cliente nos pide. En primer lugar eso es imposible, conciente o inconscientemente hay algo de nosotros en cada pieza diseñada, por más pautada que esté.
Pero lo peor de todo es que, en el mejor de los casos, este pensamiento entraña una gran ingenuidad: la de reducir cualquier problema de diseño a una ecuación matemática, factible de ser resuelta por un proceso mecánico, como el que realiza una calculadora. Niega este pensamiento cualquier complejidad subyacente en el problema o -y ahora sí en el peor de los casos- considera que los diseñadores no deberíamos estar capacitados para realizar un análisis de tales dimensiones y (mucho menos) resolverlo.
Ahora vuelvo a pensar... y retomo lo que decía Ramiro Espinoza, ¿formar libre-ejecutantes en lugar de libre-pensadores, no es abonar el terreno para que renazcan nuevas formas de totalitarismo?