Se llama
Tardar Sauce pero en las redes sociales -y
especialmente en YouTube- saltó a la fama como
Grumpy Cat ("gato gruñón", en español).
A veces cuesta magnificar la importancia de un fenómeno socialmedia. Pues el caso de
Tabatha Bundesen, dueña del felino, es fácilmente cuantificable en dólares.
Según el periódico británico The Daily Express ha facturado desde su aparición (en 2012) a la fecha,
más de 100 millones de dólares (¡!)
El primer video, totalmente casero...
supera las 17 millones de visualizaciones (¡!) y, desde que lo subió, su dueña no ha parado de recibir ofertas económicas para el uso de la imagen de Grumpy Cat. Desde
envases de comida para gatos, a libros traducidos en 15 idiomas y, recientemente, un contrato cinematográfico para llevar al personaje a la pantalla grande; todo lo que toca Grumpy Cat se convierte en un fenómeno de aceptación en los medios sociales.
Y si cabe una moraleja a esta historia es la siguiente:
amigos, filmen a sus mascotas… uno nunca sabe, los puedan hacer millonarios :-)